Una lesión por esfuerzo repetitivo es aquella que tiene lugar en un hueso, un músculo, un tendón o un ligamento por hacer fuerza en una misma zona del cuerpo de forma repetida y sin destinar un tiempo para la recuperación.
A la lesión por esfuerzo repetitivo también se le conoce como RSI por su sigla en inglés (Repetitive Stress Injuries). Este tipo de problema ha aumentado en los últimos 20 años de manera considerable. Afecta más a los adultos, pero cada vez hay más niños que presentan este tipo de problema.
Todo indica que los dispositivos tecnológicos modernos han aumentado la incidencia de la lesión por esfuerzo repetitivo. Esta puede ser de muchos tipos y también hay muchas maneras de tratarla. Se sabe que el estrés psicológico y la monotonía incrementan la severidad de los síntomas.
La principal causa de la lesión por esfuerzo repetitivo es hacer los mismos movimientos una y otra vez, de forma continuada o de manera intensa por periodos prolongados. Esto incluye mantener la misma postura, en especial si no es adecuada.
El riesgo de sufrir este tipo de lesiones se incrementa si una persona está en malas condiciones físicas o no acostumbra a hacer ejercicio. Asimismo, levantar objetos pesados de forma frecuente puede provocar este problema.
Las personas que están más propensas a sufrir una lesión por esfuerzo repetitivo son quienes realizan una actividad de tipo mecánico por largos periodos. Dentro de ellas, se encuentran los músicos, los conductores, los cocineros, los limpiadores, los higienistas dentales, los digitadores o quienes emplean herramientas vibratorias de forma sistemática.
Se han descrito más de 1 700 lesiones por esfuerzo repetitivo. Es común encontrarlas en los trabajadores industriales, los oficinistas o las personas que emplean con mucha frecuencia dispositivos electrónicos como teléfonos celulares, laptops, etc.
Podría afirmarse que, en la actualidad, las lesiones más comunes de este tipo son las siguientes:
Hay una amplia gama de síntomas en la lesión por esfuerzo repetitivo. Sin embargo, sin duda alguna el más común es el dolor. Este puede ir de leve a severo y lo usual es que se incremente con el tiempo. Se trata de un dolor localizado y agudo.
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Otros síntomas habituales son los siguientes:
Lo más común es que los síntomas aumenten de forma gradual hasta que se vuelven intensos y constantes. Cuando se llega a ese punto, puede ser muy difícil realizar las tareas cotidianas o habituales.
El diagnóstico debe realizarlo un médico a partir de una entrevista y un examen físico. Indagará sobre las tareas repetitivas que se llevan a cabo y es posible que realice algunas pruebas para determinar el rango de movimiento en alguna zona.
A veces es necesario realizar pruebas complementarias como una ecografía ouna electromiografía para determinar el grado y el daño causado por la lesión. De manera general, se han clasificado dos grandes grupos de lesiones por esfuerzo repetitivo:
El tratamiento de la lesión por esfuerzo repetido dependerá de su grado de severidad y de la zona donde se localiza. Lo más habitual es que se acuda a alguna de las siguientes medidas:
Una lesión por esfuerzo repetitivo es mucho más manejable si se atiende en las fases tempranas. Si se deja pasar mucho tiempo, se puede llegar a un punto en el que la situación se torna irreversible.
Puesto que el primer síntoma es el dolor, lo indicado es que al experimentarlo se consulte al médico tan pronto como sea posible. Si se obtiene un tratamiento temprano, es posible que la situación no tenga mayores consecuencias.
La prevención es la mejor manera de evitar una lesión por esfuerzo repetitivo. Una persona que realice cualquier tipo de actividad física que exija repetición continua de movimientos debe tomar las precauciones del caso, ya que está en riesgo.
En el caso de los deportistas, lo mejor es hacer variaciones en el entrenamiento de forma periódica. Asimismo, descansar lo suficiente a lo largo del año y programar actividades de recuperación.
Para las demás personas, los siguientes consejos pueden ser útiles:
El pronóstico de la lesión por esfuerzo repetitivo depende de la gravedad de la misma y del estado de salud en general. La mejor medicina es la prevención y, por eso, lo indicado es aplicar todas las medidas para evitar que aparezca.
En términos generales, no se debe realizar ninguna actividad repetitiva por un lapso mayor a 30 minutos sin tomar un descanso. Si se observa esta pauta con rigor, existe una gran probabilidad de que no aparezca ninguna lesión con el tiempo.