La gastritis y los remedios naturales: ¿su posible tratamiento?
La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago. Esta mucosa se encuentra en las paredes del interior del estómago y tiene la función de segregar moléculas y líquidos para ayudar al proceso digestivo.
Las causas de esta enfermedad son varias. Por ejemplo, el consumo de ciertos fármacos, sobre todos los AINEs, tienen como efecto secundario alteraciones estomacales. También puede ser consecuencia de una infección bacteriana como el Helicobacter pylori. El abuso de sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol, entre otras, son factores que favorecen el desarrollo de la gastritis.
Esta enfermedad puede producir síntomas o no. En el caso en el que los produzca, el paciente puede sentir dolor, náuseas y vómitos, y acidez estomacal. Sin embargo, no son los únicos y varía de una persona a otra.
Veamos a continuación una serie de remedios naturales que, según creencias populares, podrían ser útiles para complementar el tratamiento indicado por el médico.
1. Bebida de perejil para la gastritis
El consumo de bebidas a base de perejil podría ayudar a obtener el alivio de las molestias causadas por la gastritis. Se trata de un remedio tan antiguo como sencillo que vale la pena poner en práctica durante esos días en que las molestias son más fuertes, según la sabiduría popular.
La Fundación Española de la Nutrición, el perejil contiene proteínas, fibra, calcio, hierro, potasio, vitamina A, folatos tiamina, flavonoides, miristicina y apiol. Y por su alto contenido de agua, es un alimento diurético que puede proporcionar cierto alivio en caso de hinchazón y retención de líquidos.
Para beneficiarnos de las propiedades del perejil, te recomendamos que consumas un el siguiente batido:
- Haz un licuado con 150 gramos de perejil fresco y un litro de agua.
- Una vez realizada esta mezcla, permite que repose durante dos horas.
- Pasado este tiempo, cuela el agua y ponla en una botella de cristal, donde no le dé el sol.
- Bebe este remedio a lo largo de todo el día y a temperatura ambiente.
- No agregues azúcar ni edulcorantes a esta preparación.
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2. Zumo de zanahoria y apio
Se dice que tanto la zanahoria como el apio, por su contenido de agua y fibra, tienen propiedades antiinflamatorias. Ayudan a reducir el ardor de las paredes del estómago, así como a bajar la sensación de hinchazón y, además, aportan algunos minerales y vitaminas.
Si has sufrido gastritis alguna vez seguro que recuerdas la falta de apetito, las náuseas y esa sensación de debilidad. Este zumo natural actuará como un buen reconstituyente. Para beneficiarte de todas sus propiedades, sigue estas pautas:
- Coge dos zanahorias y dos ramas de apio.
- Límpialas bien y llévalas a la licuadora junto con un vaso de agua (250 ml).
- Obtén un jugo bien homogéneo y bebe a la hora de la comida o en la cena.
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4. Infusión de manzana y manzanilla
Puede que te sorprenda esta combinación. Sin embargo, la mezcla de manzanilla con un toque de manzana es un remedio que vale la pena probar.
La infusión de manzana induce la relajación del estómago, calma la acidez y ayuda a deshinchar el estómago. Por lo tanto, puede ser un buen remedio para combinar con el tratamiento para la gastritis.
Para preparar este sencillo tratamiento casero, necesitas una manzana cruda, pelada y cortada a trocitos. Deberás poner a hervir un vaso de agua en la tetera (250 ml). Una vez haya llegado a ebullición, añade la manzana y una bolsita de infusión de manzanilla.
Permite que llegue a ebullición varias veces. Necesitamos que la manzana se cueza al menos durante 20 minutos. Una vez lista esta infusión, permite que repose y que baje la temperatura. Cuela el contenido y quédate sólo con el agua. Bébela a temperatura ambiente una vez te hayas levantado.
La gastritis es una enfermedad que cursa con la inflamación de la mucosa del estómago y que suele causar bastantes molestias. Debes acudir al médico a que te indique el tratamiento más adecuado para ti.
Si deseas probar los remedios naturales aquí mencionados, consulta con el profesional previamente, para asegurarte de aprovecharlos. De lo contrario, el riesgo de que experimentes reacciones adversas es mayor.
